Por Víctor Gaspar
(N22) Valeria dice que fueron las malas decisiones en su vida las que la llevaron a convertirse en escort. Comenzó a usar un blog como diario íntimo para compartir sus experiencias y de ahí saltó a la literatura con su libro Al punto G. Diario erótico, mil noches de escort, es su primera novela.
“Hice una selección de todo un poco, desde lo más crudo para mí, lo más seco en una relación íntima hasta lo que más llegué a disfrutar. Yo creo que lo más difícil para mí fue el inicio y visitar un reclusorio. Alguien en un reclusorio me contactó, y yo no sabía. Recibí una llamada y me dice, yo no puedo ir a donde tú estás pero tú sí puedes venir a donde yo estoy, y te pago lo que sea”, comentó Valeria Martell, escritora.
Pero el mundo del acompañamiento le reveló realidades, algunas muy crudas, en torno a la sexualidad, la violencia y la equidad de género.
“Yo soy licenciada en finanzas y precisamente para mí fue muy duro porque yo dije qué tengo que hacer aquí . Pero también conocí a personas, a hombres que les faltaban muchas cosas en su hogar, que no necesariamente es lo sexual sino entenderse, una comunicación con su pareja o con su novia. O a veces los tiempos que tenemos entre el trabajo y nuestra demás actividades no nos permiten relacionarnos en este caso los hombres con las mujeres”,agregó.
Tras dejar el mundo de las escorts, Valeria obtuvo un empleo y ahora tiene otros planes.
“Falta mucha educación sexual tanto para hombres como para mujeres desde temprana edad. No es suficiente la que da la educación de las escuelas. Quiero empezar a dar conferencias para ayudar a los jóvenes a tomar mejores decisiones”.